Maria nos explicó en el viaje la historia del Santuario Meiji, que toma su nombre del emperador Meiji, que fue el emperador que puso a Japón en el mapa internacional.
El emperador y su esposa paseaban por los jardines de este Santuario y Maria nos explicaba que la belleza de la emperatriz eclipsaba a los lirios del Santuario.
Está ubicado en la ciudad de Tokio y tiene un bosque inmenso con más de 100000 árboles que enviaron los habitantes de Japón en honor de su emperador.
El Torii de entrada es un enorme arco de madera de cedro.
El ritual de este Santuario es uno muy sencillo. En la fuente que hay a las puertas del Santuario hay unos cacillos metálicos. Se coge con la mano derecha un poco de agua y se vierte en la izquierda, acto seguido se coge con la izquierda y se vierte en la derecha y por último se beben unos pequeños tragos, enjuagando la boca para purificarnos.
Gracias Maria por esta historia tan bonita.
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